martes, 8 de febrero de 2011

THE FISHEYE VIEW

O cómo nadar tras los muros de cristal.



 
Mejor regalo no pudo caer entre mis manos. Más que un regalo, una poderosa arma para comprimirlo todo dentro de una pelotita. Mirar de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo y aspirarlo dentro del lente. Quizás como los goldfish nos ven desde el otro lado de la pecera.



 
Ni preocuparse por mirar a través del visor, que de nada sirve. Sólo apretar el disparador y distorsionarlo todo hasta que quepa dentro. Interactuar con el entorno y ver cómo lo que te rodea se converge hacia un sólo punto. A esto súmale colores saturados y un contraste especial.

Algo así como meternos a la pecera aunque sea por unos minutos. Descifrar qué sienten, qué ven, qué piensan y qué perciben los peces a través de esos muros de cristal.
















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