lunes, 22 de agosto de 2011

EAST MEETS WEST


Luego de vivir en Shanghai por cuatro intensos meses y ante la recurrente pregunta "Cuáles son las diferencias?", les dejo una breve guía visual para entender el extraño y fascinante pensamiento chino.


Shanghai con sus 23 millones de habitantes (el 80% de la población peruana en una sola ciudad de China!) es una ciudad intensa, de muchos contrastes, absorbente, con historia en cada esquina, caótica, masiva, desordenada, de mil sabores pero sobre todo es una ciudad de eterna batalla. Una batalla constante contra la cantidad de gente pero sobre todo una batalla por encontrar algo en común con ellos. Algo, algún detalle, que nos identifique.

Pasaban los meses y no encontraba lazos en común. Hasta que me crucé con la obra de Yang Liu, una diseñadora china que vive en Alemania desde los 14 años. A través de ilustraciones compara con brillante simplicidad las diferencias entre las dos culturas que mejor conoce.

Entonces dejé de buscar cosas en común y quedé enganchado por las diferencias. Quizás esta sea la mejor manera de entenderlos.

A la izquierda, en azul, la mentalidad occidental. A la derecha, en rojo, la mentalidad china.


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Ruido en restaurante


domingo, 17 de julio de 2011

29 formas de sentirse vivo... y creativo

Hace mucho que deseaba retomar el blog, pero no encontraba las palabras ni el tema. Vacío creativo, podría decirse. Hasta que me crucé con estos 29 consejos para mantener la cabeza siempre activa... y para mi sorpresa, me sentí identificado con muchos de estos hábitos. Dale una mirada a estas 29 formas de mantenerse creativo e intenta poner en práctica la mayor cantidad de ellas... Deja tu cabeza respirar!
  

domingo, 24 de abril de 2011

Sprocket Rocket!

Panorámicas que incluyen los huecos del negativo... se puede pedir algo más?


Siempre me pregunté por qué las fotos se restringen al estricto e inflexible formato cuadrado del negativo. Imaginaba cómo se verían las fotos si estas se pusieran un poco juguetonas y se estirasen a sus anchas, abarcando todo lo que pudieran. Pasando por encima de los huequitos del negativo, como si no existiesen.

Pues mi búsqueda terminó al encontrar a la elegante y vintage SPROCKET ROCKET, mi tercera cámara lomográfica:




El look exterior recuerda a las cámaras de los 40, haciendo imposible no enamorarse de ella a primera vista.Todas las fotos que toma son panorámicas y abarcan 2 fotos enteras, dando un total de 18 fotos por cada rollo de 36 exposiciones. Dedicada en cuerpo y alma a exponer los huecos del negativo como parte misma de la imagen.

Al revelar mis primeros rollos caí en cuenta que esta cámara es cosa seria. Todas las fotos respiran un aire especial de libertad, pues las imágenes no lucen limitadas... Y así mi pasión por la lomografía se ha multiplicado!

Una cámara no es un fin en sí mismo sino un medio para un fin. Las cámaras no hacen fotos para ti. No importa lo avanzado, costoso, moderno o simple que sea tu cámara pues la imagen siempre es derivada del fotógrafo. Al final del día, es la persona que está detrás de la cámara quien hace la diferencia... y la Sprocket Rocket nos llama a demostrar nuestra libertad y movernos afuera de lo establecido y aceptado.












lunes, 11 de abril de 2011

Catalina te invita a pasear


Entre tanto estrés y angustia electoral, Catalina sugiere que te desconectes un momento y la acompañes por tres minutos a conocer un poco la Universidad de Tongji en Shanghái.

Enjoy the ride!


sábado, 2 de abril de 2011

CHINESE PORTRAIT


Orgulloso de mi primer rollo / carrete en blanco y negro...


Siempre tuve una especial atracción por las fotos en blanco y negro. Me quedo mirándolas más tiempo. Entro más en los personajes que aparecen retratados, como si por un momento cambiara de piel. Contrariamente a lo que muchos piensan, siento que las fotos en blanco y negro llevan más vida y carga emocional que las de color. Nos permiten dejar volar la imaginación, regando colores por todo el recuadro a nuestro criterio y capricho.

Cada uno tiene su propia versión e interpretación de una foto en blanco y negro, pues cada uno de manera inconsciente las llena de color. Las llena de vida. Y esta es mi manera de ver China en blanco y negro.


Cámara: Lomography Mini Diana
Rollo / Carrete: Ilford HP5 Plus
Formato: 35mm
400 ISO























viernes, 25 de marzo de 2011

Coliflower Power


Crónica de un viaje hacia las entrañas de la coliflor china


Día 1
La idea sonaba bien. Ya apetecía dejar por un momento la intensidad urbana de Shanghái para conocer las afueras y vivir un poco más de esa China menos turística. El plan era el siguiente: tomar un bus de 7 horas hacia la provincia de Jiang Xi para pasar la noche e iniciar al día siguiente una caminata de 8km (5 horas) para llegar al pueblo de Wuyuan. Durante la caminata presenciaríamos largos tramos de valle amarillo, producto del florecimiento de las coliflores. A ponerse la almohadilla, tapaojos, algo de música y cruzar los dedos para que las 7 horas de camino pasen rápido.


Día 2
Sueño, mucho sueño. Imposible dormir bien en un bus, especialmente si se tiene las piernas largas. Mucho frío en la habitación del hotel, donde la calefacción no fue más que un adorno de plástico sobre la única ventana del cuarto que daba directamente a una pared de cemento. Pero igual, a levantarse a las 7am que debemos empezar a caminar en unas horas. El mismo bus nos esperaba bajo la lluvia del día que caprichosamente decidió amanecer gris. Llegamos al inicio de la ruta: campos verdes a izquierda y derecha y una ceñida trocha de tierra húmeda al medio.





A ponerse el poncho! La lluvia caía insistentemente haciendo las veces de una ligera ducha con miles de gotas pequeñas y delgadas. Conforme íbamos avanzando las primeras coliflores, muy tímidas, asomaban su intenso amarillo. Atrás quedaba el pequeño pueblo blanco de techos puntiagudos, muy chinos y uniformes, donde el bus nos había dejado. Delante quedaban 8km de caminata hacia las entrañas de la coliflor china.





“Ahí están!” Escuché a lo lejos. Yo andaba sorteando mi paso en la trocha que ahora inundaba mis botas de barro y salpicaba el pantalón casi hasta las rodillas. Secándome con las manos el agua que traía en la cara y ojos pude ver frente a mí un campo maravillosamente amarillo. Color vivo que aclaraba e inyectaba vitalidad al día. Como un bello capricho en medio del valle. Amarillo intenso que me hizo olvidar el día gris y lluvioso que nos había tocado.



Fueron 5 horas de caminata que nos llevó por largas trochas verdes decoradas de amarillo. Cruzamos un monte entero cargado de neblina. Me topé con decenas de caras desubicadas de aldeanos que no entendían lo que hacía por ahí un barbudo en poncho amarillo y bastón azul. En suma, una experiencia especial de contacto con la naturaleza e interacción con los chinos de un pueblito muy alejado que viven de su cosecha. Que celebran junto a nosotros la llegada y  florecimiento de su más ilustre y generoso habitante: la coliflor.